la fe de jesús
- 1- LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA ACERCA DE DIOS
- 2- LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA ACERCA DE SÍ MISMA
- 3- LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA ACERCA DE LA ORACIÓN Y LA FE
- 4- LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA ACERCA DE LA VENIDA DE CRISTO
- 5- LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA ACERCA DE LAS SEÑALES DE LA VENIDA DE CRISTO
- 6- LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA ACERCA DE LAS SEÑALES DEL PECADO
- 7- LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA ACERCA DE LA SALVACIÓN
- 8- LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA ACERCA DEL PERDÓN DE LOS PECADOS
- 9- LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA ACERCA DEL JUICIO
- 10- LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA ACERCA DE LA SANTA LEY DE DIOS
- 11- LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA ACERCA DEL DÍA DE REPOSO
- 12- LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA ACERCA DE CÓMO GUARDAR EL SÁBADO
- 13- LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA ACERCA DE LA MUERTE
- 14- LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA ACERCA DE LA IGLESIA
- 15- LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA ACERCA DEL DON DE PROFECÍA
- 16- LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA ACERCA DE LAS NORMAS CRISTIANAS
- 17- LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA ACERCA DEL BAUTISMO
- 18- LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA ACERCA DEL PLAN DE DIOS PARA LA PREDICACIÓN DEL EVANGELIO
- 19- LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA ACERCA DE LA VIDA CRISTIANA
- 20- DIOS NOS LLAMA
3. LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA ACERCA DE LA ORACIÓN Y LA FE
Lección 3
La oración
1. ¿Cómo nos comunicamos con Dios? Daniel 9:3
2. ¿Qué es la oración? 1 Samuel 1:9-15 - Filipenses 4:6
3. ¿Cuánto poder tiene la oración sincera? Santiago 5:16
4. ¿En nombre de quién debemos orar? S. Juan 14:13
5. ¿Contesta Dios las oraciones? S. Mateo 7:7-11
La fe
6. ¿Qué es la fe? Hebreos 11:1 - Hebreos 11:6
7. ¿Cómo se desarrolla la fe? Romanos 10:17
¿Qué debo hacer?
1. Orar con regularidad. Salmos 55:17
2. Pedir cosas convenientes Santiago 4:3
3. Pedir con fe. S. Mateo 21:22
4. Perdonar a los demás. S. Marcos 11:25-26
Mi resolución
Creo que Dios escucha y contesta las oraciones. Oraré con fe todos los días.
ESTUDIO ADICIONAL
Conviene orar asiduamente (S. Lucas 18:1; Romanos 12:12). Es prudente orar tres veces por día (Daniel 6:10). Para tener un espíritu constante de oración (1 Tesalonicenses 5:17).
Asuntos por los cuales orar: agradecimiento (Filipenses 4:6); pedidos diversos (Santiago 1:5; S. Juan 15:7; confesión de pecados (Daniel 6:10; Salmo 32:3 - 6); intercesión por necesidades ajenas (Job 42:10); alabanza (Salmo 107:1).
Condiciones para que Dios conteste las oraciones: Pedir con fe (S. Mateo 21:22), pedir conforme a la voluntad de Dios (S. Lucas 22:41, 42), manifestar espíritu perdonador (S. Marcos 11:25), ser perseverantes (S. Lucas 18:1), guardar los Mandamientos (1 Juan 3:22).
Impedimentos para que Dios conteste: pedir egoístamente (Santiago 4:3), dudas (Santiago1:6), falta de espíritu de perdón (S. Mateo 6:14, 15), el pecado abrigado en el corazón (Salmo 66:18), desobedecer la ley de Dios (Proverbios 28:9).
Dios promete contestar las oraciones (Salmo 3:4; 40 1, 2; S. Mateo 7:7 - 12).
¿QUÉ ES LA ORACIÓN?
“Orar es el acto de abrir nuestro corazón a Dios como a un amigo. La oración es la llave en manos de la fe para abrir el almacén del cielo en donde están atesorados los recursos infinitos de la omnipotencia”. Elena G. de White, El camino a Cristo. p. 97, 99.
CLASES DE ORACIÓN
El rezo consiste en la recitación de una oración ya escrita. El más famoso es El Padre Nuestro dado por nuestro Señor Jesús. La oración es hablar con Dios con nuestras propias palabras y de acuerdo con las necesidades que nos afligen.
Existen varios tipos de oración. La oración pública trata de asuntos colectivos; en la oración familiar se ventilan problemas del hogar. La oración por los alimentos, agradece a Dios por ellos y solicita su bendición (S. Lucas 24:30; 22:19); la oración más provechosa para el alma es la privada. Existen también la oración mental que se eleva sin palabras. “Ni es generalmente necesario vestir con palabras nuestras oraciones; basta con expresarlas con el pensamiento” Cardenal Edward Gibbons, Nuestra Herencia Cristiana. p. 108.
PARTES DE LA ORACIÓN
Comienza con el vocativo “Padre nuestro” (S. Mateo 6:9), sigue el cuerpo de la oración que consiste en todo lo que tenemos que decir a Dios. El cierre de la oración debe ser hecha en el nombre de Jesús (S. Juan 16:23), se concluye con la palabra “Amén”, que significa “así sea”.
MARAVILLOSOS EFECTOS DE LA ORACIÓN “Presentad a Dios vuestras necesidades, gozos, tristezas, cuidados y temores. No podéis agobiarlo ni cansarlo. Su amoroso corazón se conmueve por nuestras tristezas y aún por nuestra presentación de ellas. Llevadle todo lo que confunda vuestra mente. Ninguna cosa es demasiado grande para que él no la pueda soportar [...] Ninguna cosa, que de alguna manera afecte vuestra paz, es tan pequeña para que él no la note. Ninguna calamidad puede acaecer al más pequeño de sus hijos, ninguna ansiedad puede asaltar el alma, ningún gozo alegrar, ninguna oración sincera puede escaparse de los labios, sin que el Padre Celestial esté al tanto de ello, sin que tome en ello un interés inmediato”. Elena G. de White. El camino a Cristo, p. 100.
“Si la oración no llega a cambiar las cosas, nos cambia a nosotros, y el resultado es igualmente bueno”.