la fe de jesús

La Fé de Jesús



8. LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA ACERCA DEL PERDÓN DE LOS PECADOS

Lección 8

El único camino de salvación


1. ¿Gracias a quién y a qué somos salvos? 1 Pedro 2:24

2. ¿Cuánto cuesta la salvación? Romanos 3:24


Obteniendo el perdón


3. ¿Qué reconocimiento sincero debe experimentar el pecador? S. Lucas 18:10-13

4. ¿Qué profundo sentimiento es indispensable? Hechos 2:37-38

5. ¿Qué se debe hacer con los pecados? Salmos 32:3-5


La dulce seguridad del perdón


6. ¿Qué ofrecimiento hace Dios? Efesios 1:7 - Isaías 1:18

7. ¿Cuán completo es el perdón divino? Isaías 43:25


¿Qué debo hacer?


1. Arrepentirse de todo corazón. Hechos 3:19

2. Confesar todos mis pecados 1 Juan 1:9

3. Experimentar la conversión Ezequiel 36:25-27


Mi resolución


Pido humildemente perdón por mis pecados. Creo que Dios me perdonará. Quiero vivir una vida de santificación en Jesús.






ESTUDIO ADICIONAL


*Pasos para obtener el perdón:
1.- Reconocimiento de la condición de pecador (1 Juan 1:8). El reconocimiento debe ser pleno y humilde (Salmos 51:2, 3; S. Lucas 18:10-14).
2.- Arrepentimiento sincero (Hechos 3:19; S. Lucas 3:8; 13:3, 5).
3.- Aceptación de Jesús como único Salvador (Hechos 4:12; 5:31; 10:43).
4.- Confesión. La confesión es indispensable (Salmos 32:1-5; Proverbios 28:13). Debe ser especifica (Levítico 6:4). La confesión debe ser hecha a Dios (Hebreos 8:22; 1 Juan 1:9; Isaías 1:18; Salmos 103:3).
5.- Conversión (2 Crónicas 7:14; Hechos 3:19).
*El maravilloso perdón de Dios. Dios perdona completamente (1 Juan 1:7, 9). El perdón es gratuito.

Somos perdonados en el acto (S. Lucas 23:39-43). El perdón que Dios ofrece es completo y total (Romanos 3:25; Hebreos 8:12; 10:17; Miqueas 7:19; Salmos 103:12; Isaías 43:25; 44:22).

Obtener el perdón es como arreglar una cuenta pendiente. El pecador no tiene con qué pagar la deuda. Pero Jesús la pagó por él en la cruz del Calvario y ofrece los méritos de su sacrificio a todo aquel que quiera aceptarlos.
• Arrepentimiento:
El arrepentimiento verdadero comprende dolor sincero y profundo por haber pecado (2 Corintios 7:10). También el vehemente deseo de no volver a pecar (Hechos 3:19). El arrepentimiento es indispensable para obtener el perdón (Hechos 2:37, 38). “El arrepentimiento comprende tristeza por el pecado y abandono del mismo”. Elena G de White, El camino a Cristo p. 23.
• Confesión:
No puede haber perdón a menos que haya sincera y completa confesión (Proverbios 28:13). “La confesión de nuestros pecados, ya sea pública o privada, debe ser de corazón y voluntaria. No debe ser arrancada al pecador. No debe hacerse de un modo ligero o descuidado. La verdadera confesión es siempre de un carácter específico y reconoce pecados particulares... Pero toda confesión debe hacerse definida y directa, para reconocer en forma definida los pecados de los que uno sea culpable. La confesión no es aceptable a Dios si no va acompañada de un arrepentimiento sincero y una reforma. Debe haber cambios decididos en la vida; todo lo que ofenda a Dios debe dejarse. Tal será el resultado de una verdadera tristeza por el pecado” Elena G. de White, El camino a Cristo, pp. 38, 39.

• Conversión:
Como resultado directo del arrepentimiento y la confesión se produce un cambio radical en el carácter del pecador. “Si alguno está en Cristo es una nueva criatura; las cosas viejas pasaron ya, he aquí todo se ha hecho nuevo” (2 Corintios 5:17). “Se notará un cambio en el carácter, en las costumbres y ocupaciones. En contraste entre lo que era antes y lo que son ahora, será muy claro e inequívoco... Los que llegan a ser nuevas criaturas en Cristo Jesús producen los frutos de su espíritu: “Amor, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, templanza”. Ya no se conforman con las concupiscencias anteriores, sino por la fe siguen las pisadas del Hijo de Dios, reflejan su carácter y se purifican a sí mismos como él es puro. Aman ahora las cosas que en un tiempo aborrecían y aborrecen las cosas que en otro tiempo amaban. El que era orgulloso y dominador es ahora manso y humilde de corazón. El que era vano y altanero, es ahora serio y discreto. El que antes era borracho es ahora sobrio; y el que era libertino, puro”. Elena G. de White, El camino a Cristo, pp. 58, 59.

JUSTIFICACIÓN “Justificados pues por fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo... Porque Cristo, cuando aún éramos flacos, a su tiempo murió por los impíos... Mas Dios encarece su caridad para con nosotros, porque siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Luego mucho más ahora, justificados en su sangre, por él seremos salvos en la ira” (Romanos 5:1, 6, 8, 9).

SANTIFICACIÓN
Después de la justificación, con la ayuda de Dios, hay que mantenerse sin caída (Judas 24). No debe haber pecados voluntarios (Hebreos 10:26). El secreto de la santificación es creer en el conocimiento de Dios (Colosenses 1:10). La única forma de obtener esa experiencia de progreso continuo, es estar íntimamente ligado con Jesús y confiar en su poder (Gálatas 2:20; Romanos 8:37; 2 Corintios 2:14).

ILUSTRACIÓN
Un niño indio oró: - “Querido Jesús, hazme como tú eras cuando tenías seis años como tengo yo”. Este es el secreto de la santificación.





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